Antes de empezar a escribir este artículo ya siento un nudo en el estómago, dudo si realmente voy a lograr aportar un poco de luz a esta pregunta que tantas veces he recibido y que tantos ríos de tinta ha hecho correr en multitud de blogs sobre diseño y desarrollo web.
En parte porque a día de hoy no creo tener la respuesta, ni creo que nadie la tenga, no hablamos de una ciencia exacta y no conozco una fórmula matemática que nos dé la respuesta. Además te mentiría si te digo que estoy satisfecho con muchos de los precios que cobrado hasta ahora, algunos de los cuales ahora me parecen insultantes, pero lo importante es aprender de los errores.
Es por eso que siempre he dado largas cuando me han preguntado por ello. No obstante, intentaré hacerlo lo mejor posible y te animo, hoy más que nunca, a que compartas tu propia visión, para ver si entre todos logramos resolver este enigma.
Hablaremos de WordPress
El artículo estará enfocado en WordPress, pues es a lo que me dedico y no tendría sentido querer abarcar más que eso. No obstante la mayoría de los puntos que trataré son aplicables a otros escenarios.
Lo que haré será analizar uno por uno los factores que considero más relevantes a tener en cuenta para definir una estrategia de precios, para que dispongas de algunos criterios que plantearte la próxima vez que toque afrontar una cotización. Ten en cuenta de que el orden de los factores no altera el producto, es decir, te los compartiré tal cual fluyan en mi cabeza. ¡Empezamos!
Cada proyecto es único
Por muy obvio que te parezca el título de este apartado, es la razón número uno por la que no sé responderte a la pregunta:
(Alumn@ random) ¡Buenas David! Una preguntilla simple, ¿qué le cobrarías a un cliente que te pide una web sencillita con WordPress?
Sólo de leer «preguntilla simple» y «web sencillita» ya me explota el cerebro. Cada proyecto es único y si te piden «algo sencillito» por pura estadística no lo va a ser. Haz una reunión de descubrimiento con tu cliente, preferiblemente vía Skype, donde quede clarinete cuáles son las necesidades reales del proyecto.
Aquí tendrás que sacar tu lado Jessica Fletcher, para intentar sonsacar el máximo de información posible, ya que sino luego irán apareciendo nuevos requerimientos como por arte de magia, que el cliente da por triviales pero que deberían subir el precio. Pero no nos desviemos y ya te hablaré en otra ocasión sobre cómo definir bien el alcance en tu cotización.
Es por eso que estoy en contra de ofrecer packs de precios a mis clientes (ojo que es distinto a packs de servicios), ya que difícilmente voy a lograr definir unos precios cerrados que se adapten a las necesidades reales de cada proyecto.
Cuál es tu experiencia REAL
El segundo punto que considero más importante es: cuál es tu experiencia REAL y demostrable, no la experiencia que has falseado en tu perfil LinkedIn (que nos conocemos) ni tampoco los títulos universitarios, másters del universo, postgrados y cursos online que hayas hecho.
Aquí muchos me atacaréis directos a la yugular, pero me parece genial que seas el mejor developer que existe en Drupal, si en tu vida has tocado WordPress. Aunque si ese es tu caso, dudo que te pidan una web en WordPress (habrán investigado poco sobre ti).
Para mí está claro que una persona que lleva 10 años diseñando y desarrollando sitios web a clientes, se ha ganado la confianza de poder cobrar más caro exactamente por el mismo proyecto. Y en cambio si estás empezando, es normal que el cliente tenga serias dudas si le plantas un precio muy elevado. ¿Esto quiere decir que si acabas de empezar debes regalar tu trabajo? ¡No!
El prestigio
Relacionado con el punto anterior me viene a la cabeza la palabra prestigio o marca personal (que mola más). Considero que este punto es distinto al anterior, porque puedes haberte dedicado toda tu vida a esto y no tener ningún prestigio, y me refiero a aquel que el cliente pueda percibir de ti.
Como mejor prestigio tengas, más caro podrás cobrar. ¿Cómo se logra ese prestigio? De muchas formas, algunas que se me ocurren son:
- Teniendo una cartera de clientes importantes y que todos conozcan. Si resulta que eres quien diseña y desarrolla los sitios web de Coca-Cola, te será mucho más fácil atraer a otras grandes marcas dispuestas a pagar un precio muy alto por tu trabajo. Esto afecta tanto a agencias como a freelancers.
- «Genial, pero yo estoy empezando«. Pues empieza por crearte un blog que aporte valor a tus clientes y a otros colegas del sector.
- Crea info-productos: guías, cursos online, una serie de vídeos útiles, etc.
- Utiliza las redes sociales a tu favor, no siendo un abuelo cebolletas que solo habla de sus tiempos de gloria.
Seguro que se te ocurren muchas más, pero todas requieren que te levantes del sofá, dejes de lamentarte de lo mal que está el sector y te pongas a trabajar duro. Por eso muy pocos afortunados pueden cobrar en base a su prestigio.
No cobres por horas
Cientos de compañeros lo han escrito por activa y por pasiva y es un punto que no puede faltar. El argumento que siempre se utiliza es bien simple y resumiéndotelo sería:
Hoy tardas X horas para hacer Y proyecto. El día de mañana tardarás Z horas, siendo muchas menos que X, por hacer el mismo proyecto Y. ¿Eso significa que debes cobrar menos el día de mañana? Es obvio que no. Punto zanjado.
La dificultad del proyecto
Este punto sería un mix entre el primer punto y el anterior. Que no cobres por horas no significa que no debas hacer un cálculo aproximado del tiempo que te llevará realizar el proyecto. Si al hacer la división resulta que el precio por hora te sale más bajo que trabajando en un McDonald’s puede ser debido a dos cosas:
- El precio que tenías pensado es muy bajo.
- La dificultad del proyecto es mayor de lo que pensabas.
Si estás en el primer punto sube el precio y si estás en el segundo, tira de un poco de honestidad y pregúntate si eres la persona idónea para realizar ese proyecto. Recuerdo que hace más o menos medio año, un conocido que dirige una agencia, pensó en mí para desarrollar un proyecto de uno de sus clientes. Yo le dije que me pasará los requerimientos y le diría un precio.
Así lo hizo, me pasó un documento que ni Los pilares de la tierra tiene tantas páginas. Llegó un momento que mi vista se nublaba ante tantos requerimientos. Resumiendo, calculé que necesitaría unos 4 meses como mínimo trabajando full-time para completar ese proyecto. Así se lo comuniqué a la agencia y me dijeron que como mucho me pagarían 2.500 euros, precio que dividiendo entre el tiempo que me tomaba realizarlo, no me salía nada rentable. ¿Qué hice? Pues decirle honestamente que yo no era la persona adecuada, quizás porque la dificultad de lo que pedían me superaba o porque pedían mucho a cambio de poco.
Resumiendo, ya no me embarco en proyectos que no sé a ciencia cierta si sabré desarrollar, ya que lo problemas aparecerán seguro. Me gustan los retos, pero hay que ser cauto.
Cuidadín con los extras encubiertos
No es lo mismo que tu cliente sólo quiera un diseño y desarrollo de una plantilla de WordPress a que dé por hecho cosas como:
- Tener que asesorarlo o ser tú quien contrate el dominio y el hosting y hacer las renovaciones anuales.
- Encargarte del mantenimiento de la web (actualizaciones de WordPress y plugins).
- Formarlo a nivel de usuario en WordPress.
- Crearle las cuentas de correo electrónico corporativas, configurar sus Outlook…
- Que seas tú quien introduzca los contenidos iniciales o le ayudes con el copy.
- Diseñarle el logo.
- Que espere tener reuniones diarias para que le pases el parte de lo realizado ese día.
- Y mi preferida de todas: que la web aparezca primera en los resultados de Google.
Todo eso vale dinero, asegúrate de entender bien qué necesita antes de cerrar un precio.
La calidad
Tu cliente siempre va a querer resultados de calidad. Aunque te diga que se adapta o que ciertos detalles le son indiferentes, te estará mintiendo inconscientemente. Si no me crees haz la prueba. Entrégale un chusco a tu cliente, dile que te indicó que no le importaba la calidad y cuéntame a ver qué pasa.
No te olvides de que la calidad tiene un precio. Si el cliente quiere resultados gourmet debe pagarlos.
Precio amigo y descuentos
Tema muy sobado también y trampa en la que he caído más veces de las que me gustaría admitir. Déjame ilustrarte la situación:
- Llega a ti un amigo del conocido de tu cuñado / un cliente con el que pareces congeniar / cualquier sujeto con don de gentes.
- Piensas: «qué sujeto tan majo».
- El sujeto te cuenta unas milongas del quince, muchas relacionadas con puntos anteriores. Tú te las crees, ¿cómo iba a mentirte si hace dos días que lo conoces y te ha caído genial?
- Hace que salga a relucir tu lado más altruista y le haces un precio amigo.
- Empieza el proyecto y ¡sorpresa! el sujeto con mirada de cachorrito se transforma en el mismísimo Lucifer y te pide más sacrificios que el gobierno.
Resumiendo, cuidado con los lobos con piel de cordero. Queda dicho.
Filtra de raíz
Recuerdo un artículo muy interesante de Francisco Aguilera donde definía el concepto MEC (mueve el culo) y a lo que quiero llegar es que debes definir ciertos umbrales, bajo los cuales no estás dispuesto a mover el culo. Es decir, una cantidad por la que prefieras no estar cobrando nada a trabajar a cambio de ese precio.
Esto no significa que no aceptes nada por debajo de ese precio, ya que quizás sólo te están pidiendo un cambio minúsculo de una web existente. No le dirás: «¡jamás, por menos de 1.000€ no muevo un dedo! ¡Me lo dijo David!»
¿Cuál es ese umbral? Pues depende 100% de tus circunstancias. Lo que para ti pueda resultar un precio insultante, a otro profesional le puede parecer un buen precio. Analiza tu situación actual económica y personal y quiérete.
Tal vez estés pagando una hipoteca, o un alquiler, tal vez vivas tranquilamente en casa de los papis, estés pagando la universidad de tus hijos, quieras ganar lo suficiente para hacer un pequeño viaje… Lo importante es que decidas un precio con el que te sientas a gusto. Sabrás si es un precio correcto si tu conciencia está tranquila, tanto a la alza como a la baja.
Si hablamos de filtrar también te diría que quites de tu lista aquellos clientes potenciales que provengan de países donde su divisa sea menor a la de tu país. El coste de vida no es el mismo aquí que en la India. Me ha pasado con varios clientes de Sudamérica, donde mis tarifas les parecían caras debido a que su divisa tenía otro valor. Si tu caso es el contrario, aprovéchate y vende tus servicios en el extranjero.
La autoconfianza
Cobrar un precio u otro a veces está muy ligado al momento anímico en que te encuentres, de ahí que a veces caigamos en la trampa del precio amigo. Conforme adquirimos experiencia y vamos teniendo clientes, nuestra autoconfianza aumenta y con ello nos autovaloramos mejor.
[intro]Soy de los que piensan que puedes poner el precio que consideres justo, aunque sea alto, si luego eres capaz de justificarlo con total confianza.[/intro]
Sube tu precio en cada nuevo proyecto
Relacionado con el punto anterior y debido a la saturación del sector, tendemos a pecar siempre por lo bajo. Todos al empezar hemos pasado por aquí y el que diga que no, tenía un gran ego o una abuela en casa que lo elogiaba a diario. Es por eso que no tengas miedo a ir subiendo tus precios en cada nuevo proyecto que realices. Es simple:
- Cada proyecto nuevo = más experiencia.
- Más experiencia = más confianza.
- Más confianza = eres capaz de valorar más tu talento.
De bajarlo siempre estás a tiempo, de hecho el cliente intentará negociar por donde pueda (todos, incluido tú, queremos más por menos).
El beneficio que obtendrá tu cliente
Otro tema que se ha tratado mucho es poner un precio en función del valor o beneficio que obtendrá tu cliente una vez tenga la web. Es distinto hacer una web corporativa de presentación de una startup que acaba de nacer, que diseñar un sitio web a una Universidad que le permita doblar el número de alumnos que se matriculaban hasta ahora (y por tanto sus beneficios).
Dificultad técnica
Llevamos más de 2.000 palabras y ni rastro de WordPress. ¿Por qué? Porque antes quería que tuvieses en cuenta todos los puntos anteriores que casi siempre pasamos por alto.
Está claro que hacer una web en WordPress puede ser tan simple o compleja como se preste. Por eso intentaré ordenar lo que considero que sería de más sencillo a más complejo de realizar (y por tanto más caro).
- Comprar una plantilla existente, no modificarla a nivel de código, pero sí a través de la propia interfaz de personalización del tema.
- Crear un sitio web a partir de un constructor de páginas como Visual Composer o Divi Builder.
- Comprar una plantilla, crear un tema hijo a partir de ella para adaptarla a las necesidades del cliente (tanto de estructura como de funcionalidad).
- Crear una plantilla desde cero: diseñarla, maquetarla y transformarla en tema de WordPress.
Todas las opciones podrían extenderse con:
- Necesidad de incluir nuevos tipos de datos (custom post types) o campos personalizados (advanced custom fields).
- Soportar varios idiomas.
- Incluir una tienda online / directorios / red social privada / zona de membresía…
- Incluir formularios de email marketing y la correspondiente gestión con el proveedor.
- Todo tipo de plugins gratuitos o premium, para optimizar la velocidad de carga del sitio, la seguridad, su SEO, analítica web, añadir nuevas funcionalidades, etc.
Otros dos puntos que influyen a la hora de subir el precio son, por un lado, el número de páginas, no es lo mismo una empresa que está empezando que una que lleve muchos años y requiera 100 páginas diferentes. Y por el otro, el número de diseños únicos. Es distinto crear un diseño único para «page.php» que crear 5 diseños distintos para cada apartado de la página.
Como ves la posibilidades son muchísimas y los precios pueden ser muy dispares.
Conclusión
Llegados a este punto, seguramente sientas más confusión que al principio. ¿Qué es lo que yo hago? Me aseguro de entender lo mejor que puedo las necesidades del cliente y le otorgo un valor a cada uno de los factores que considero importantes, en mi caso los expuestos en este artículo y así obtener el precio.
[intro]¿Pero entonces sí que existe una fórmula mágica? No, para nada. ¡Tú deberías tomarte el tiempo de hacer este mismo ejercicio y entender cuáles son para ti esos factores que te permitan cobrar un precio justo y digno por tu trabajo![/intro]
Otros artículos muy interesantes
En este artículo te he compartido mi visión, que en parte coincide con la de otros profesionales y en parte no. Por lo que creo conveniente enlazarte a otros artículos que complementan lo que aquí se ha dicho y te permitirán acabar de definir tu propia estrategia de precios:
- «Cuánto cuesta una web hecha en WordPress» de Joan Boluda
- «El Precio del Diseño Web. Cuánto Cobrar o Pagar» de Sandra Guerrero
- «Yo no cobro por lo que hago y tampoco por lo que sé» de Francisco Aguilera
Te animo a compartir cuáles son tu estrategias a la hora de fijar tus precios.
¡Un abrazo!
Hola David, acabo de conocer tu blog y la verdad me gusta como escribis, soy Freelance y quiero dedicarme exclusivamente a WordPress, porque también soy Programador de Sistemas con el Framework YII2 de PHP, pero la verdad después de haber leído mucho y de interiorizarme de personas que han crecido y triunfado, me he dado cuenta que hay que acotar, y ser concreto sobre lo que uno queire ofrecer, esto ayuda a centralizarse a uno mismo en el conocimiento y a ofrecer un servicio más profesional y dedicado.
Me gusto mucho este tema y te continuaré leyendo … Gracias por compartir
Hola Mauro, muchas gracias por tu comentario y por compartir tu situación. Espero que esa nueva focalización te ayude a conseguir más y mejores clientes.
¡Un saludo compañero!
Hola:
Acabo de terminar un curso de WordPress y me gustaría aplicarlo a un cliente de artes gráficas que quiere que le reediseñe su página.
Mi profesor me ha aconsejado que le cobre por lo menos la mitad de un precio que le suele pedir un profesional además del Hosting y la LOPD.
En cuanto a la plantilla ¿me aconsejáis que le cobre los 250 € que le cuesta DIVI, o para que no le parezca mucho dinero la compro yo mejor?
Hola Roxana, intento responderte por orden:
1- Yo personalmente el hosting prefiero que lo contrate la persona directamente con alguna empresa en la cual confíe. De manera que cualquier incidencia se la resuelvan ellos. Otra opción que tienes es hacerte afiliada de alguno, para sacar beneficio de los clientes que les lleves.
2- Con la entrada en vigor de la nueva LOPD europea en enero, jamás me la jugaría a ofrecerle dicho servicio. Mejor que lo contrate a un profesional legal. Si en tu caso lo eres, adelante. Para mi web tengo contratado un servicio con AyudaTPymes, la gestoría online que utilizo.
3- Si eres autónoma en España lo ideal es que incluyas el precio de Divi en el presupuesto, de manera que al comprarlo puedas contabilizarlo como un gasto de tu negocio.
4- En cuanto al precio no me gusta simplificarlo a «cobra la mitad que un profesional» porque cada profesional tiene sus criterios, los míos los que comparto en el artículo.
¡Espero haber arrojado un poco más de luz!
Muy Muy bueno tu artículo!
Cuando encuentras cosas así, que te ves reflejada o que incluso te pueden servir para decisiones que tienes en mente y no te lanzas, la verdad que se agradece.
Me gusta la naturalidad y transparencia que transmites.
Personalmente he diseñado varias webs (modo autodidacta) me empecé a formar con tutoriales, pequeños cursos…y al final me vi capaz, hasta ahora, que para profundizar y formarme más, estoy realizando un máster completo de Marketing Digital. Este mundo está en auge completamente y animo a que todas las personas que tienen ahí ese gusanillo por conocer un poco más de este mundo, se anime a hacerlo! Nunca es tarde
Saludos! Te seguiré leyendo…
A·D Ig – @ad_mundocreativo
¡Hola Ana!
Muchas gracias por tu mensaje 🙂
¡Gracias por compartir tu trayectoria y ánimo con el máster!