|
Esta mañana me he reunido durante una hora con una persona interesada en mi servicio de creación de academias online.
|
La primera toma de contacto fue por correo y muy cordial. Me comentó que venía de parte de uno de mis clientes actuales, me explicó por encima de qué trataba su negocio y cuáles eran los objetivos del nuevo proyecto.
|
La reunión ha ido muy bien, hemos hablado sobre todos los requerimientos del proyecto y a final de semana tendrá de vuelta una propuesta detallada (presupuesto) para que pueda tomar una decisión al respecto.
|
Por otro lado, la semana pasada también me contactó otra persona interesada que venía recomendada por otro cliente.
|
Pero el enfoque fue diferente (dejando claro que fue muy educado en todo momento).
|
El correo era del estilo a:
|
"¿Cuánto me valdría crear la web tal cual la tiene X persona? Llámame a X móvil".
|
No sé a ti, pero a mí este tipo de correos me hacen saltar varias alarmas.
|
Mi respuesta fue del tipo:
|
"Gracias por tu interés, ¿Te importa si nos reunimos vía Skype para hablar de tu proyecto y ver las necesidades únicas que este pueda tener? No trabajo por teléfono".
|
Y hoy he recibido su respuesta (lo resumo):
|
"Solo puedo hacerlo por teléfono. Quiero la web como la de X persona".
|
Sin entrar a juzgar a nadie, creo que se aprecia una diferencia clara entre ambas peticiones.
|
Muchas veces vas a recibir peticiones de personas que solo les interesa saber tu precio y quizás luego quieran saber más de ti.
|
Aunque lo jodido del asunto es que en mi web ya pone de forma pública de qué precio parten mis servicios.
|
En fin, quiero pensar que la culpa es de que vamos “revolucionaos” por la vida y cada vez cuesta más centrar nuestra atención.
|
PD: Lo inquietante es que al entrar en su web, se ve claramente un iconcito que lleva a su Skype.
|
|
|
|
|