Esta mañana me he reunido durante una hora con una persona interesada en mi servicio de creación de academias online.

La primera toma de contacto fue por correo y muy cordial. Me comentó que venía de parte de uno de mis clientes actuales, me explicó por encima de qué trataba su negocio y cuáles eran los objetivos del nuevo proyecto.

La reunión ha ido muy bien, hemos hablado sobre todos los requerimientos del proyecto y a final de semana tendrá de vuelta una propuesta detallada (presupuesto) para que pueda tomar una decisión al respecto.

Por otro lado, la semana pasada también me contactó otra persona interesada que venía recomendada por otro cliente.

Pero el enfoque fue diferente (dejando claro que fue muy educado en todo momento).

El correo era del estilo a:

"¿Cuánto me valdría crear la web tal cual la tiene X persona? Llámame a X móvil".

No sé a ti, pero a mí este tipo de correos me hacen saltar varias alarmas.

Mi respuesta fue del tipo:

"Gracias por tu interés, ¿Te importa si nos reunimos vía Skype para hablar de tu proyecto y ver las necesidades únicas que este pueda tener? No trabajo por teléfono".

Y hoy he recibido su respuesta (lo resumo):

"Solo puedo hacerlo por teléfono. Quiero la web como la de X persona".

Sin entrar a juzgar a nadie, creo que se aprecia una diferencia clara entre ambas peticiones.

Muchas veces vas a recibir peticiones de personas que solo les interesa saber tu precio y quizás luego quieran saber más de ti.

Aunque lo jodido del asunto es que en mi web ya pone de forma pública de qué precio parten mis servicios.

También se muestran claramente los precios en mi academia SiliCodeValley y aún así de vez en cuando me siguen llegando correos preguntando cuánto vale unirse.

En fin, quiero pensar que la culpa es de que vamos “revolucionaos” por la vida y cada vez cuesta más centrar nuestra atención.

PD: Lo inquietante es que al entrar en su web, se ve claramente un iconcito que lleva a su Skype.

David Perálvarez