Ayer al volver a casa después de hacer un café con un amigo me dirigí al lavabo, cuando de repente noté a medio camino que mi pie estaba cubierto de agua.

Mi primera reacción fue pensar que una de mis perras se había meado dentro de casa (y además con generosidad).

Pero eso era imposible porque hace días que no están conmigo.

Y acto seguido me percaté de un sonido, como de un grifo abierto.

Me giré y vi que el calentador de agua se había averiado en mi ausencia y estaba montándose la fiesta del agua.

Electrodomésticos nuevos al garete, zapatos mojados y otras cajas con trastos echadas a perder.

Entré un poco (bastante) en pánico y mi primera reacción fue vaciar la zona inundada (para que el parquet no fuera literalmente flotante) y luego recogerlo todo como pude.

Pero el agua no paraba de salir.

Así que llamé al seguro y al propietario y entre que unos no estaban por la labor y el otro estaba de vacaciones me di cuenta de que el marrón me lo iba a comer con patatas.

Finalmente una familiar acudió a mi rescate y tras revisar todo el piso (no es muy grande que digamos) dio con la llave general de paso y tras cerrarla, por fin dejó de salir agua.

Solo y con mi estado de nervios no hubiera encontrado jamás esa llave.

Cuando aprendes a programar hay momentos en que te encallas y te entra la desesperación.

En SiliCodeValley intento ayudar todo lo que puedo si tienes dudas en una lección y además, para aquellas que tengas más allá de los cursos, dispones del Slack donde siempre hay alguien dispuesto a echar un cable y guiarte hacia la solución.

David Perálvarez