El viernes pasado recibí un vídeo por Whatsapp de mi hermana.

Mi hermana es especialista en enviarme vídeos chorra sin sentido. Tiene un don especial.

Lo lleva haciendo desde mucho antes que se utilizara la palabra meme.

Si fueran estudios reglados ya sería catedrática en la materia.

El caso es que era un vídeo de TikTok donde se mostraba una cama refrescante para perros y el perro del vídeo lo gozaba al 100%.

Además, en el vídeo decían que las podías comprar en un súper conocido que tengo al lado de casa.

Así que para allá que me fui y las compré.

De camino a casa pensaba:

"Buah, con estas camas me voy a ganar el respeto eterno de mis perras y nunca más volverán a pasar calor tumbadas"

Al llegar a casa todo ilusionado les abrí las camas y las coloqué en sitios estratégicos.

Pero mi ilusión duró poco. No hacen el menor caso a las camas.

Una de ellas sigue tumbándose en su cama de invierno, que me da urticaria solo de verla y la otra sigue "escarchofada" debajo de mi escritorio impidiendo que pueda colocar bien las piernas.

Total que mientras te escribo para recordarte lo maravillosos que son los cursos de SiliCodeValley y que aproveches el verano para formarte, estoy sentado en una de las camas y puedo certificar que funcionan.

PD: a los conejos tampoco parece gustarles.

David Perálvarez