La semana pasada recibí un correo de uno de mis clientes.

En él me decía enfadado que en Google se estaban indexando documentos PDFs que debían ser privados y nadie sin ser usuario debería tener acceso.

Además, adjuntaba una captura con los resultados de Google y a mí se me pusieron de corbata.

El caso es que cuando les entregué la web, también les creé un vídeo de cómo subir los PDFs utilizando el plugin Download Monitor, para así poder protegerlos.

No obstante, el maldito plugin en alguna de sus actualizaciones incluyeron un error que hacía que los archivos de descarga acabaran en una ruta incorrecta, no protegida.

Dediqué unas 6 horas a intentar solucionar el problema hasta que logré solucionarlo.

De hecho como la solución no estaba en internet y fue a base de prueba y error, creé un tutorial para los alumnos de la academia:

https://silicodevalley.com/lab/como-modificar-la-url-de-un-archivo-de-la-biblioteca-de-wordpress/

Hasta aquí imagino que te estoy aburriendo pero ahora viene el plot twist.

A eso de las 19:30 de la tarde, tras horas batallando, volví a abrir el correo para responderles.

Resulta que:

- El error del plugin Download Monitor solo afectaba a 4 archivos.

- El resto que fallaban era porque la persona que subió los PDFs se pasó por el forro mi tutorial.

- Y lo más desesperante de todo: la captura de Google que incluía el correo hacía referencia a una web QUE YO NO HABÍA CREADO.

Me cagué en toda mi estampa. La web que aparecía era suya pero no la que les hice.

Mi aprendizaje aquí fue que a veces vamos tan a piñón fijo que preferimos comernos un marrón con patatas antes que fijarnos en detalles tan básicos como si el marrón es nuestro o no.

PD: Si quieres aprender cómo lo solucioné, tienes el turorial de arriba.

David Perálvarez