Hoy cumplo 4 meses viviendo en Indonesia y dos de ellos me los he pasado viviendo en el que bautizamos como el hotel ruso.

Este hotel lo descubrieron mis dos primeros amigos que hice en Bali y lo encontraron en una expedición en busca de alojamiento bueno, bonito y barato.

El hotel era gigante y con una localización privilegiada (en un acantilado al lado de una playa con las mejores puestas de sol) pero no estaba pasando por su mejor época.

La fachada daba pena verla, se caía la pintura a cachos, la mitad de las habitaciones estaban medio abandonadas y algunas plantas enteras que descubrimos parecía que habían sufrido un ataque nuclear y los que allí vivían hubieran tenido que huir y dejar todo tal cual estaba. Y por último, el agua caliente no funcionaba, el aire acondicionado iba cuando quería y del wifi mejor ni hablamos.

Pero lo curioso del asunto era que las habitaciones que sí tenían abiertas se podrían considerar (a simple vista) de lujo: 50m2 de habitación, con la cama más grande que he visto en mi vida, bañera de las de revista que está separada de todo, sofá y mesita, escritorio, buena silla, tele, etc.

Al ver eso y compararlo con las castañas que se ven por Bali (si no eres rico), la mayoría del grupo de Españoles nos vinimos en masa y pasamos a estar en habitaciones más grandes que nuestros anteriores pisos en España, por mucho menos dinero.

Al hotel lo bautizamos como el ruso porque las personas que lo habían adquirido (tras su aparente destrucción por un meteorito) eran rusas y el 90% de los inquilinos también.

Bueno pues en todo el tiempo que estuve siempre hubo empleados trabajando cada día en mejorar el hotel: primero la fachada, luego el agua caliente, después quitando los centenares de metros de moqueta de los pasillos de "El resplandor", también limpiando y reformando plantas enteras y habitaciones fantasma y por último, cuando yo hacía tiempo que ya no vivía allí, me llegó la gran noticia: por fin ya les funcionaba el internet.

Como anécdota añadir que tenían un grupo de WhatsApp para los cientos de inquilinos donde cada dos minutos alguien escribía quejándose por algo.

Al enterarme de dichas mejoras y harto de alojarme en home stays donde el lavabo y la ducha comparten el mismo suelo, el agua se queda estancada, la humedad es tu mejor amiga y la limpieza brilla por su ausencia, decidí volver de nuevo al ruso, desde donde ahora mismo te estoy escribiendo este correo.

Recuerdo que al hablar con Milan (gestor del hotel) me dijo que habían estado trabajando muy duro para mejorar muchas cosas y la verdad es que no mentía.

Bueno pues hablando con mis amigos de este tema coincidimos con que es un caso de work in progress tremendo, que demuestra que no es necesario empezar con todo terminado sino que puedes empezar con lo que tienes y conforme vas generando ingresos, los puedes ir reinvirtiendo para mejorar tu producto, para así en un futuro volver a atraer a personas que te compraron anteriormente y que estas no pongan pegas en tener que pagar más.

Lo mismo sucede con nuestros servicios de desarrollo WordPress, cuando empezamos ni podemos ofrecer gran cosa ni tampoco cobrar mucho por ello, pero si nos mantenemos en constante formación podremos mejorar nuestro valor y atraer proyectos más ambiciosos y rentables.

Novedades:

Esta semana terminamos con el tutorial donde te explico cómo crear un plugin para recuperar carritos abandonados del plugin Restrict Content Pro:

9- Añadimos un nuevo intervalo de cron para testear nuestro plugin
10- Enviamos correos de recuperación como tarea cron
11- Al desactivar el plugin eliminamos la tarea CRON
12- Cómo aplicarlo en otros plugins distintos a RCP

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David