Recién he cumplido tres meses haciendo lo que muchos consideran el sueño americano: trabajar mientras viajas.
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Es por eso que hoy quiero compartirte cómo ha sido mi experiencia hasta ahora y voy a empezar desmitificando lo que más se suele vender: no existe nada más incómodo que trabajar en la playa con tu portátil mientras te tomas un coco.
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Luego hay otros factores:
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- La gran mayoría de alojamientos en los que he estado no disponen de un espacio cómodo para trabajar, en realidad ni cómo ni no cómodo, porque ni tienen mesa ni silla. Eso hace que te acabes partiendo la espalda trabajando desde la cama y ya no os digo nada en cuanto a lo que supone eso para grabar lecciones o un podcast.
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- Después están los espacios de coworking. Bali es conocido por ser una de las mecas para los nómadas digitales pero luego vas a un espacio de coworking y eso parece un set de fotos para influencers, mucha piscina, mucho bowl de frutas y smoothies, música chill de fondo pero luego faltan enchufes y no hay ni una sola silla ergonómica (de hecho da gracias si alguna tiene respaldo).
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- Otro punto clave es la calidad del wifi. Hasta la compañía más timo que exista en España (y que te llama a las 15h de la tarde para que los contrates) ofrece mayor calidad de la que he encontrado aquí, donde en lugares con hasta tres redes wifi (por si falla una) no alcanza ni para acceder a Gmail. Por suerte aquí las tarifas de datos móviles son mucho más baratas que es España y eso puede compensarlo.
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- Pero no todo va a ser malo, aquí estoy conociendo a personas con proyectos súper interesantes que te abren la mente y te ayudan a desprenderte de barreras mentales que tenemos por propia cultura. Gracias a ellos ha evolucionado mi negocio para mejor.
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Con este correo no me las pretendo dar de mártir. Vivir en Bali es una pasada (y mucho más barato que hacerlo en España) con lo cual la calidad de vida es mucho mayor.
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Pero si me pides elegir entre trabajar en una misma habitación en España, con una ventana, una mesa decente (no pido más que quepa el portátil, el micro y una segunda pantalla) y una silla Markus, para mí no hay punto de comparación a todo nomadismo digital que se precie.
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Novedades en la plataforma:
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