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Una de las dudas que más veces recibo cuando alguien nuevo llega a la academia es:
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¿Cómo voy a hacer para memorizar todo este código?
Y para responderte voy a compartirte una historia parecida a la que aparece en el libro "Hábitos Atómicos".
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Imagínate que divido a los alumnos de la academia en dos grupos y a ambos les pido que creen un código capaz de resolver X problema.
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Si a una mitad les exijo que solo pueden escribir el código una vez pero tienen todo el tiempo para leer, memorizar... y a la otra, que pueden practicar con código tanto cómo deseen, ¿quién crees que es más probable que logre hallar la solución?
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A priori ambos podrían obtener un buen resultado. Pero mi experiencia me dice que aquellos que han batallado mucho con el código suelen ser los que mejor se desenvuelven luego.
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Creo que no tiene ningún sentido memorizar el código de las lecciones como si de la universidad se tratara, para luego vomitarlo todo en un examen y olvidarse.
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Para mí es mucho mejor ir probando en mini proyectos (propios o de clientes) a diario y saber dónde consultar cuando tengamos dudas.
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Y de esta forma te aseguro que el día de mañana necesitarás acudir a Google cada vez menos, te irás aprendiendo códigos de memoria sin darte cuenta y lo más importante: lo entenderás.
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