|
No es la primera vez que escribo acerca del palo que me da redactar presupuestos.
|
Antes tardaba días en redactarlos, ya que no me limitaba a poner un precio con un par de líneas del tipo:
|
"Academia web a medida - X precio"
|
Sino que escribía un documento de unas 8 páginas.
|
Porque estoy curtido en la guerra y me las he encontrado de todos los colores.
|
Pero además, suelo tardar tanto porque nunca doy un precio si antes no he resuelto el proyecto en mi cabeza.
|
Esto lo hago así para no pillarme los dedos diciendo que algo es posible de hacer y luego quizás no lo sea o hacerlo encarecería mucho el proyecto.
|
No obstante este verano, durante las vacaciones, se me había atragantado la cotización de un proyecto y me prometí a mí mismo que antes de hacer el método de siempre, crearía un nuevo modelo de presupuesto con el cual tardara mucho menos.
|
Y así lo hice, ahora mis presupuestos:
|
- Son parecidos a mis correos. Es decir, uso un lenguaje informal e intento no aburrir. Nada de palabros rimbombantes.
|
- Muestro la información importante lo antes posible. Para mí esto es: el precio y el tiempo que tardaré. El cliente lo agradece.
|
- Como estoy especializado en la creación de academias, hice el ejercicio de recopilar todos aquellos apartados y funcionalidades que comparten mis anteriores proyectos. Así puedo ponerlo en todos mis presupuestos.
|
- Y ahora añado un apartado extra con aquellas especificaciones únicas del proyecto. Donde dedico un tiempo menor que antes en asegurarme que podré llevarlo a cabo.
|
El resto de apartados son bastante comunes y en su día los discutimos en uno de nuestros webinars mensuales.
|
|
|
|
|